¿Un cerebro dentro del cerebro?

Te apuesto lo que quieras a que por lo menos una vez te has preguntado ¿De dónde vienen las emociones? ¿Del corazón según las novelas románticas? ¿Del estómago según chefs importantísimos? lo cierto es, que sí provienen de un lugar, siendo ésta una parte de nuestro cuerpo muy importante llamado sistema límbico o “cerebro emocional”. Y antes de que colapses pensando que tenemos dos cerebros que por si fuera poco también rigen nuestras emociones y sentimientos, permíteme explicarte.

El sistema límbico o como coloquialmente es conocido, el “cerebro emocional” es un conjunto de estructuras situadas en la parte interna del encéfalo, entre los más importantes tenemos a la amígdala, el hipotálamo, el hipocampo, la corteza y varios núcleos cerebrales involucrados en este sistema, que juntos estarán a cargo no solo de las emociones, sino, de diversas conductas y comportamientos esenciales para la humanidad.

Por ejemplo, una de estas estructuras fundamentales es el hipocampo (ojo no hablamos del caballito de mar) esta estructura cerebral estará estrechamente relacionada con procesos mentales sumamente importantes como la memorización de recuerdos, experiencias e información y sobre todo del aprendizaje. Otra estructura es la amígdala, cuyas funciones primordiales se basan en la respuesta hacia diversas situaciones como el miedo, el estrés, la incertidumbre, entre otros.

Antes de concluir esta breve descripción de nuestro cerebro emocional no debemos de olvidar al hipotálamo, aquella estructura indispensable involucrada en las conductas necesarias de los seres vivos como el sueño, la regulación de la sed, el hambre, el placer sexual, la ira etc.

Más allá de tener el conocimiento de la existencia de estas partes encefálicas, hoy en día se les da la importancia a su análisis y descripción, ya que se han relacionado con diversos trastornos mentales tales como la demencia, el autismo, la epilepsia, la bipolaridad e incluso la depresión y ansiedad; mismos trastornos en los que gracias a diversos estudios se ha observado un daño estructural de estos principales componentes de sistema límbico.

Por ende, así como cuidamos nuestra salud y aspecto físico, no debemos olvidar que en todas las edades deberá de existir un entrenamiento cerebral para fortalecer cada fracción cerebral y con ello, mantener una salud mental por mucho más tiempo mejorando la calidad de vida sin importar el paso de los años.