Salud bucal en vacaciones

La llegada del período vacacional no tiene por qué significar un cambio en la salud bucal, sin embargo, muchas personas al regresar de unas merecidas vacaciones han empeorado su higiene oral y como consecuencia tienen inflamación de la encía.

Esto por lo general se relaciona con el cambio de hábitos en las vacaciones, debido a la relajación de la rutina diaria, a los viajes, al mayor número de comidas fuera de casa o entre horas, etc.

RECOMENDACIONES BÁSICAS PARA MANTENER LA BOCA SANA EN VACACIONES

Aumento de la placa dentobacteriana

Durante las vacaciones puede aumentar la acumulación de placa dentobacteriana (película incolora y pegajosa compuesta por bacterias y azúcares que se forma y adhiere constantemente sobre nuestros dientes) y puede haber un empeoramiento en la salud de nuestros dientes y encías, al disminuir la frecuencia del cepillado o bien por no realizarlo bien y de manera habitual. Aunque no se tenga la posibilidad de cepillarse los dientes después de cada comida, el cepillado en la noche es algo imprescindible, así como el cepillado después del desayuno; pudiendo ser un poco más laxos durante el día.

Mal aliento

Además de la falta de higiene se le añade que durante las vacaciones existe un incremento en la ingesta de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcares, alcohol y tabaco, entre otros. Es muy probable que el mal aliento se presente, por ello es muy importante mantener la higiene oral, además de tener una ingesta frecuente de agua que ayude a mantener el flujo salival y la hidratación de la mucosa oral.

Hipersensibilidad dental

Otro problema frecuente es la aparición o el empeoramiento de la sensibilidad dental. Con la llegada de las vacaciones, aumenta considerablemente el consumo de alimentos y bebidas frías o calientes, así como ácidos, dando como consecuencia la aparición de esa sensación molesta, dolorosa intensa y breve que aparece tras la toma de estos alimentos y bebidas. Para disminuir y controlar la sensibilidad las recomendaciones son: disminuir el consumo de estos alimentos y bebidas, cepillar los dientes casi de manera inmediata y utilizar algún enjuague o pasta dental especializado en aliviar la molesta sensibilidad dental.

Traumatismos dentales

No debemos olvidar que los golpes y traumatismos pueden aparecer durante las vacaciones, por ello es importante mantener la calma y comprobar si el diente afectado está o no fuera de la boca, tiene alguna fractura o movilidad.

En el primer caso (diente avulsionado), no intentar limpiarlo y conservar el diente en leche o en saliva del paciente hasta llegar a la consulta dental, para así favorecer su reimplantación temprana en boca. Acudir al dentista en las siguientes 3 horas es fundamental para la supervivencia del diente.

En caso de fractura dental, también conviene guardar el fragmento fracturado y acudir rápidamente al profesional para aplicar el tratamiento adecuado, y así evitar el dolor e infección de la pulpa dental.

Por último, si el diente tiene movilidad, es importante evitar tocarlo y manipularlo con la lengua y acudir lo más pronto posible a la consulta dental para fijarlo a los dientes vecinos y valorar la necesidad de un tratamiento complementario.

Protección solar

Por último, no olvide colocar protector solar también en los labios, ya que el cáncer bucal y de labio es una afección que se puede prevenir y que cobra la vida de muchas personas anualmente.