Robots líquidos

¿Acaso vendrá el T-1000 por nosotros?... ¿Quién no recuerda al emblemático asesino robótico “T-1000” ?, si fuiste al cine durante los 90's, particularmente en el 91, año de publicación de “Terminator 2: El Juicio Final” (película donde sale este personaje), era una época en la que el futurismo estaban en su gran auge, y justo esto, podría hacerse realidad, aunque no exactamente como en las películas.

Estamos hablando de un material de reciente desarrollo y más rápido en los últimos años, el Robot de Metal Líquido Magnético, MLMR (por sus siglas en inglés). Este metal, está dando mucho de qué hablar, al ser un metal que puede volverse líquido y luego sólido nuevamente en fracciones de segundos, ¿Y cómo logra esta habilidad mágica?

Bueno, no es tan mágica como se lee, más bien, es una propiedad de los fluidos llamada “viscoelasticidad”, otorgándole una gran utilidad, ya que el robot reaccionará diferente cuando lo tocamos por muy poco tiempo volviéndose un sólido, a cuando está en descanso o lo tocamos por un tiempo considerable volviéndose líquido. Esto tendría aplicaciones importantísimas en la ciencia, por ende, hagamos un enfoque más médico.

A este robot se le pretenden dar usos como introducirlo en el cuerpo humano y sacar objetos, dada su manipulación completa por el ser humano, o incluso ser un transportador de fármacos, algo así como un barco que llevaría tu medicina justo a donde lo necesitas, sin desperdiciar y de lo más eficaz y eficientemente posible. Se lee casi como de ficción, pero… ¿Y cómo se va a manipular una vez dentro del cuerpo? Lo que científicos han diseñado es la utilización de magnetos a nano escala para su manipulación, siendo los encargados de darles forma y estado a estos robots de metal líquido magnético para poder realizar la función que deseamos.

El día de mañana se ve prometedor, porque, aunque sigue en fase de investigación y desarrollo, ha habido buenos avances, con lo que podríamos verlo más temprano que tarde.