¿Qué es la Xerosis o Piel seca?

La piel seca, también conocida como xerosis o xerodermia, es una afección común que afecta a personas de todas las edades. Un importante factor en la piel seca problemática lo constituye la reducción de la capacidad de retención de agua. Esto depende de la concentración de ciertos factores hidratantes naturales como la urea, el ácido láctico, elementos llamados glicosaminoglicanos como el ácido hialurónico, junto a ciertas grasas o lípidos de la capa más superficial de la piel (epidérmicos), que destacan como los más esenciales para mantener una piel flexible, elástica, con volumen y con suavidad.

Existen dos tipos de piel seca:

1. La debida a modificación en las concentraciones de agua de las capas superficiales de la piel.

2. La debida a cambios físicos y/o químicos en la estructura de la piel.

¿Cuál es el origen de la Xerosis o piel seca?

La Xerosis o piel seca tiene distintas causas, entre las que se incluye el tiempo frío o seco, el daño por exposición al sol, los jabones agresivos y bañarse de más.

La capa más externa de la capa más superficial de la piel que es el estrato córneo permanece flexible en tanto su contenido de agua sea cuando menos del 10%. Cuando se reduce, por ejemplo, en climas calientes o en habitaciones con aire acondicionado, puede secarse y hacerse frágil. Alterando el proceso usual de descamación de la piel, de tal manera que aparecen escamas y pequeñas grietas en la piel. Está se siente áspera y se ve escamosa.

Las grasas que se encuentran entre las células y consolidan su unión participan en la función de barrera y en la descamación de la piel. El contacto repetido con jabones, detergentes o solventes líquidos agota estos factores de protección e hidratación y originan sequedad en la piel.

Las causas de la piel seca pueden ser por factores externos y factores producidos de forma interna en el organismo:

Los factores externos son:

Factores ambientales y climáticos: radiación ultravioleta, temperatura, humedad relativa, viento.
Uso de compuestos químicos, ejemplo: solventes y jabones que modifican la interrelación entre lípidos y sustancias capturadoras de agua de la capa córnea, perdiendo así su capacidad de retención de agua.

Los factores internos son:

Cualquier distorsión en el metabolismo orgánico general puede tener implicación en la piel.
El proceso natural de envejecimiento en el que ocurre alteración estructural de la dermis y disminución de las secreciones grasas (sebácea) y sudorípara.

Existen enfermedades que se caracterizan por sequedad de la piel, llamadas Xerosis, Ictiosis y Dermatitis exfoliativas. Y algunas alteraciones específicas como la Psoriasis, la dermatitis atópica, reacciones a fármacos y las dermatitis de contacto.

¿Qué se presenta en la Xerosis o piel seca?

La piel seca causa prurito y si la alteración progresa, se presenta inflamación. Las características de la piel seca problemática son:

Ligera descamación
Descamación de la piel de leve a grave, que provoca un aspecto de color gris ceniza.
Piel que se ve y se siente áspera.
Sensación de tirantez en la piel.
Picor ocasional.
Comezón.
Líneas o grietas finas.
Piel que varía de rojiza en la piel blanca a grisácea en la piel morena o negra.
Grietas profundas que podrían sangrar.

¿Cómo se previene la piel seca?

Los humectantes y emolientes de uso dermatológico hidratan y lubrican la piel seca. Su principal objetivo es tratar la sequedad cutánea relacionada con el envejecimiento propio de la piel o con diversas patologías que cursan con Xerosis y/o Ictiosis.

La mayor parte de los humectantes son emulsiones de aceite y agua (W/O), que poco después de aplicarse en la piel se evapora el agua que contienen y deja una película oclusiva de aceite residual, que inhibe la evaporación posterior y permite la rehidratación gradual del estrato córneo. Además de añadir una capa de aceite, casi todos los humectantes afectan la exfoliación de las células, de tal manera que con su uso regular las células del estrato córneo están más compactas, retrasando la pérdida de agua. Los humectantes, como el ácido láctico y la urea, aumentan este efecto, además que por sí solas estas sustancias capturan moléculas de agua y las retienen en la piel.

En la actualidad existen numerosos preparados cosméticos cuyas fórmulas contienen moléculas con actividad probada que mantienen el estrato córneo hidratado. Para conservar la hidratación se puede frenar la evaporización del agua propia de la piel, con el uso de emolientes o hidratantes, restaurar la composición óptima de lípidos del estrato córneo con preparados con lípidos como las ceramidas (grasas naturales) o sustituirla con productos oclusivos como la vaselina, parafina, ceras, alcoholes grasos, entre otros.

La hidratación también se puede lograr aportando agua exógena y fijándola al estrato córneo mediante la aplicación de sustancias que capturan agua como la urea, glicerol, aloe vera.

Los humectantes contrarrestan la sensación de estiramiento causada por el lavado continuo, también eliminan la descamación excesiva y pueden prevenir el agrietamiento en personas con piel seca. Los emolientes alivian el prurito y la molestia en personas con piel seca y escamosa.

¿Cuándo acudir al médico?

Sí intentaste tomar medidas de cuidado personal, pero las molestias persisten, debes acudir al médico cuando la piel comienza a doler o se inflama, tienes la piel seca y gruesa, la afección provoca tanta molestia que existen problemas para dormir o te distraes de tus rutinas diarias, tienes llagas abiertas o infecciones por rascarte y si hay grandes zonas de piel escamosa o que se descama.