Parálisis facial

Seguramente tienes conocidos que tuvieron este padecimiento, o tal vez has escuchado hablar sobre la parálisis facial.

Pues en este espacio explicaremos los principales aspectos.

La parálisis facial por definición es la disminución o ausencia completa del movimiento en algunos o en todos los músculos de la cara, tras una afectación del VII par craneal.

Cuando se presenta esta patología, afecta con mayor frecuencia a un solo lado de la cara, sin embargo, en algunos casos puede afectar en ambos lados.

La parálisis facial es causada por daño a los nervios que sufren la pérdida de la inervación del tronco del nervio facial en su trayecto, entre su salida del tronco cerebral a sus ramas terminales en la cara, al perder esta conexión se presentan los síntomas agudos de la parálisis facial.

La causa es de origen desconocido, sin embargo, se asocian otras etiologías como: enfermedades infecciosas, fracturas que necesiten intervención quirúrgica, enfermedades congénitas, tumores, afectación neurológica, enfermedades generales como Diabetes mellitus e hipertensión arterial.

Los síntomas son, la pérdida de la expresión facial, que puede iniciar de un lado de la cara o ambos lados, así como también dificultad para realizar movimientos faciales como, expresiones, cerrar los ojos, inflar las mejillas, ausencia de parpadeo, afectación en la que el párpado se pliega hacia afuera, retracción palpebral, imposibilidad de lograr el cierre completo de párpados.

La importancia de acudir de manera inmediata al médico es primordial para una recuperación satisfactoria, está demostrado que, si los síntomas antes mencionados, se atienden en las primeras 72 hrs con tratamiento médico efectivo y rehabilitación, tiene un éxito en la mayoría de los casos de volver a tener movilidad y rigidez en los músculos faciales.

La mayoría de los pacientes con parálisis se recuperan sin secuelas, pero hay algunos que por la gravedad de la lesión, pueden presentar movimientos musculares de manera involuntaria o lo contrario, que presenten contracción muscular mantenida. En este caso, se recomienda la terapia física, mejorando tanto las secuelas desarrolladas, como ayudando a que sean menores si actuamos en el momento adecuado.

Es importante que ante cualquier síntoma acudas al médico especialista para tu valoración.