Mastitis

¿Has escuchado o te ha pasado que las madres cuando tienen a sus bebes y están en periodo de lactancia, tiene dolor agudo en las mamas, inflamación, incomodidad, sensibilidad y en ocasiones fiebre?

Pues esto puede deberse a una patología como es la mastitis y es que se presenta en un 10% de las madres en periodo de lactancia, puede afectar a una mama o ambas. El 95% de los casos suceden en los primeros tres meses, especialmente entre la segunda y tercera semana posparto.

La mastitis consiste en la inflamación de uno o varios lóbulos mamarios acompañada o no de infección.

La causa principal es el estancamiento de leche, que en ocasiones puede acompañarse de sobrecrecimiento bacteriano e infección, debido a una alteración en la composición y funciones de los microorganismos de la piel o alteración de los microorganismos que están normalmente en la glándula mamaria. Este tipo de patologías en bajo porcentaje puede complicarse con la producción de absceso mamario.

Una de las primeras causas es el destete precoz, la recomendación según la OMS (Organización mundial de la salud) es lactancia materna obligatorio y a libre demanda hasta los 6 meses del bebe, posteriormente complementaria hasta los 2 años, por lo que en ocasiones estas recomendaciones son difíciles de cumplir por diversos factores como condiciones laborales, falta de información y apoyo de lactancia materna.

Entre otros factores de riesgo son heridas en el pezón que pueden ser infectadas por bacterias, técnica de succión inadecuada, anormalidad en la cavidad oral del bebe, hiperproducción de leche, ducto bloqueado y antecedente de mastitis.

¿Cómo puedo saber si tengo mastitis?

Esta enfermedad se caracteriza por presentar endurecimiento de la región de la mama afectada, lo que indica estancamiento de la leche, conforme evoluciona la enfermedad presenta enrojecimiento local y dolor.

Si se realiza el vaciamiento correcto se evitaría la progresión de la inflamación, pero si no se logra vaciar, el estancamiento evoluciona a induración con dolor intenso acompañado de síntomas generales como fiebre, escalofríos, dolores musculares y malestar general.

De primera instancia lo que se recomienda son medidas conservadoras como:

Vaciado efectivo del pecho:frecuente y de manera eficaz.
Amamantar frecuentemente empezando por el lado afectado.
Colocación del bebé de forma que se favorezca el drenaje del área afectada.
Masajear el pecho durante la toma, en dirección al pezón.
Asegurar el vaciado total del pecho afectado, después de la toma mediante el uso de un extractor de leche manual o eléctrico.
La aplicación de calor (ducha o compresas calientes) antes de la toma puede ayudar a mejorar el flujo de leche; mientras que la aplicación de frío mejora el dolor y el edema asociado a la mastitis.
Descanso materno y tomar abundantes líquidos mínimo 2 litros de agua al día.
Medidas de higiene: lavado de manos, cambio frecuente de protector de lactancia, limpiar y esterilizar el extractor de leche.

Es importante que ante cualquier complicación o síntoma acudir al médico especialista para tu valoración.