Gatoterapia

Al parecer, no todos los guardianes de nuestra salud física y mental son de origen humano. El amor, la compañía y la ternura son, en muchos casos, la mejor medicina y no siempre llegan a través del prójimo. Investigadores, especialistas, instituciones y otros profesionales ponen en práctica novedosos programas de terapia asistida con animales, porque estos también pueden utilizarse con fines terapéuticos.

¿Cómo funciona la gatoterapia?

La gatoterapia es una terapia realizada con gatos cada vez más utilizada, ya que, al ser unos animales silenciosos y tranquilos, ayudan a combatir el estrés, la ansiedad y nuestro bajo estado de ánimo. Esta terapia utiliza la compañía e interacción que nos ofrecen estos felinos domésticos para ayudarnos a mejorar nuestra salud física y mental, y nuestra vida en general. Aunque, obviamente, se utilizan sólo animales que sean dóciles y que no saquen a flote su agresividad.

¿Cuáles son los beneficios de la gatoterapia?

Según diversos estudios, las personas que conviven con gatos tienen un 30% menos de probabilidad de morir de un ataque al corazón. Además, otros estudios llegaron a la conclusión de que el acto de ver vídeos de mininos disminuye los sentimientos negativos de los espectadores y aumenta su energía y emociones positivas.

Se conoce que el ronroneo de los felinos es uno de los factores más importantes y reconocidos de la terapia, pues nos ayuda a relajarnos, procesar las emociones y aceptar determinadas situaciones. Esto es debido a que este ronroneo potencia la secreción de endorfinas las cuales, a su vez, refuerzan el sistema inmunológico. De hecho, estudios realizados en Suecia y Finlandia mostraron que la exposición de un niño a un gato o un perro durante su infancia puede ayudarle a desarrollar inmunidad, haciendo que el pequeño tenga menos probabilidades de, en un futuro, desarrollar alergia a las mascotas.

¿Existen otros beneficios de la gatoterapia?

Si, claro. La gatoterapia se ha utilizado para ayudar en numerosos tratamientos para mejorar síntomas de ciertas enfermedades como, por ejemplo, artritis, Alzheimer, atrofia muscular, esclerosis múltiple, enfermedades cardiovasculares y depresión.

Por todo lo anterior, el gato, aparte de su compañía, ofrece muchos aspectos positivos para nuestra salud, así que, si tienes algún problema, no dudes en contar con tu gato. ¡Pon un gato en tu vida!

Pero… No te olvides de las responsabilidades de vivir con un gato.

Por supuesto, no se trata solo de verlo como una mascota. Recuerda que se trata de una relación, por tu parte deberás ofrecerle los mejores cuidados, invertir en comida para gato de alta calidad, visitas al veterinario, llevar las vacunas y la desparasitación al día, jugar y brindarle una vida de estímulos, además de darle cariño y mimos.

Y recuerda que un gato puede alcanzar hasta los 18 años de edad, por lo que es un compromiso a largo plazo, ¡no lo olvides!