El anciano frágil

Definición

Se define al anciano frágil como aquella persona que tiene una disminución de las reservas funcionales y un mayor riesgo de decaer, lo que lo pone en una situación de mayor vulnerabilidad ante situaciones externas que lo puedan alterar y resulte en una mayor probabilidad para presentar malos episodios de salud, como la hospitalización, institucionalización, caídas o muerte. Con pérdida de funciones, discapacidad o dependencia.

¿Cuál es la causa de la fragilidad del anciano?

La fragilidad del anciano es dada por la continuidad entre lo funcional y lo no funcional, es decir, con la continuidad de alteraciones, desde la falta de fragilidad a la fragilidad y posteriormente a la discapacidad y dependencia; que, a diferencia de otras situaciones o enfermedades, no existe un límite preciso entre ambos estados, lo funcional y la disfunción, lo cual dificulta su clasificación y diagnóstico.

Existe cierto consenso en que la fragilidad del anciano es un estado de pre discapacidad, por lo que tanto en su definición como en su categorización no debe aparecer discapacidad evidente.

¿Qué malestares se presentan en la fragilidad del anciano?

Aunque a la situación de dependencia se puede llegar de una manera repentina, en las personas mayores es más frecuente que se instauré de una manera progresiva, al menos en un 60% de las ocasiones, y es más frecuente cuanta más edad se tiene.

El origen de la fragilidad del anciano depende de muchos factores que se combinan como factores genéticos, inflamatorios, pérdida de funciones debidas al envejecimiento, a enfermedades de mucho tiempo, etc.

Hay una progresiva pérdida funcional hacia la dependencia y la situación del anciano frágil; por lo tanto, existe una estrecha relación entre la fragilidad y la funcionalidad, reflejada en la siguiente clasificación de tipos de personas mayores:

• Personas mayores sanas. Que no presentan enfermedad ni alteración de sus funciones, ni mentales o sociales.
• Personas mayores con enfermedad crónica. Son aquellas que tienen una o varias enfermedades crónicas, pero sin pérdida funcional, ni mental ni social.
• Personas mayores en riesgo de pérdida funcional. Son aquellas personas que conservan su independencia de manera irregular y que se encuentran en situación de riesgo de pérdida funcional, pero todavía reversible, sin causar aún dependencia. Aquí se encuentran los ancianos frágiles, y son más vulnerables ante alteraciones agudas.
• Personas mayores en situación de dependencia de manera transitoria o permanente, independientemente de la gravedad.
• Persona mayor en situación final de la vida, donde se presenta una enfermedad en fase terminal con una expectativa de vida generalmente menor de 6 meses.

¿De qué manera de detectar la fragilidad del anciano?

Hay dos formas de detección de la fragilidad del anciano:

• Cuando se valoran: Pérdida de peso no intencionada, debilidad medida a través de la fuerza de prensión, baja energía y resistencia, lentitud en la velocidad de la marcha, nivel de actividad física baja. Considerándose frágil si tiene 3 o más de ellos, y prefrágil si tienen uno, con posibilidad de pronóstico y tratamiento.
• La segunda forma de detección es considerar un estado preclínico donde a través de valorar diferentes marcadores por medio de estudios que facilitarán la detección del estado de fragilidad incluso antes de dar manifestaciones clínicas.

Tomando en cuenta aspectos como edad avanzada en general mayor a 80 años, hospitalización reciente, caídas de repetición, alteración de la movilidad y equilibrio, debilidad muscular y poco ejercicio, enfermedades como las alteraciones de las articulaciones o huesos, alteraciones de la vista, audición, del corazón y mentales. Adicional a condiciones sociales adversas como pobreza, soledad, incomunicación, viudedad y uso de muchos medicamentos.

Recomendaciones específicas de prevención de la fragilidad del anciano.

Es indispensable evaluar la situación funcional, de aprendizaje, emocional y social, así como la presencia de enfermedades crónicas. Fomentar actividades preventivas manteniendo la actividad y el ejercicio físico de cierta intensidad, adecuado a la persona. También es importante mantener una adecuada nutrición y controlar alteraciones de la presión, de la glucosa, de grasas, consumo de tabaco y en general de enfermedades crónicas. Revisión de la medicación habitual, evitar o disminuir situaciones estresantes y facilitar y promover un adecuado soporte social.

La detección y atención del anciano frágil es un tema prioritario en nuestra atención a las personas mayores, muy relacionado con la funcionalidad y dependencia de estas personas, su pérdida y su prevención.