Cólico infantil

¿Qué es el cólico infantil?

El cólico infantil es una conducta que afecta a los bebés sanos entre las 2 semanas de vida y los 4 meses de edad, caracterizada por la presencia de un llanto inconsolable e irritabilidad. Esta situación, genera angustia y preocupación en los padres.

¿Cómo sé que mi bebé tiene cólico?

Existe una famosa “regla del tres”, la cual significa que, si un bebé presenta llanto que dura más de tres horas al día, más de tres días a la semana y que persiste más de tres semanas, el bebé puede tener cólico. Sin embargo, los nuevos estudios no requieren que sea más de tres semanas, con la presencia del llanto por una semana se puede considerar cólico.

¿Qué tan frecuente se presenta el cólico en los bebés?

El cólico en los bebés es más frecuente de lo que pensamos, suele suceder entre el 10 y el 50% de los bebés. Usualmente desaparece espontáneamente alrededor de los 4 y 5 meses de edad.

¿Qué ocasiona el cólico en los bebés?

En realidad, no se conoce la causa exacta que provoca el cólico en los bebés. Existen muchas teorías, por ejemplo:

• Factores socioeconómicos, como la ansiedad de la madre, hábito de fumar en los padres, entre otros.
• Causas gastrointestinales debido a la inmadurez de la pancita del bebé, también puede suceder porque los bebés no digieren toda la lactosa que consumen, y también puede ser ocasionada por una microbiota intestinal (flora intestinal) en desequilibrio.
• Finalmente, existen otras posibles causas como nacer prematuros, depresión materna, intolerancia de alimentos, etcétera.

¿Existe tratamiento para el cólico de los bebés?

Aunque existen muchas opciones de tratamiento como modificaciones en las fórmulas infantiles, el consumo de algunos probióticos, el consumo de algunos medicamentos, entre otros. El mejor tratamiento sólo lo puede determinar un médico.

¿Qué sugerencias se le pueden ofrecer a los padres cuyos bebés tienen cólico?

• Ayudar a los padres en la educación de que el cólico es un proceso normal, y que pasará en un tiempo.
• El contacto físico con el bebé, por ejemplo, con un masaje cuando el bebé se encuentra tranquilo, puede ayudar a relajar a los bebés.