Cardiopatías congénitas

Durante la vida fetal existen cambios circulatorios que se caracterizan por la presencia de comunicaciones entre la sangre oxigenada y la desoxigenada, las cuales son necesarias para permitir la correcta oxigenación del bebé en formación y solo deben estar presentes durante la gestación. ¿Pero qué pasa con estas comunicaciones cuando el bebé nace?, en condiciones normales el recién nacido utiliza por primera vez sus pulmones, haciendo llegar su propio oxígeno a la circulación, esta acción genera cierres de las comunicaciones antes mencionadas; si por alguna razón estas comunicaciones no se cierran, el recién nacido desarrollará una cardiopatía congénita. Existen diversos tipos de cardiopatías congénitas, que dependen de la comunicación que se haya visto afectada posterior al nacimiento, siendo la más común en México la persistencia del conducto arterioso.

Durante el desarrollo embrionario, el conducto arterioso se encarga de comunicar la sangre proveniente de la arteria pulmonar con la sangre de la arteria aorta, esta comunicación suele cerrarse en las primeras 10 a 15 horas tras el nacimiento, por lo que el conducto se hace pequeño y se desaparece. Si esto no sucede el recién nacido presentará persistencia del conducto arterioso, lo que conlleva a un flujo de sangre excesivo hacia los pulmones y esto puede llegar a desarrollar insuficiencia cardiaca. Usualmente este tipo de defectos suelen ser de tamaño pequeño, por lo que se pueden tratar con medicamentes que favorecen el cierre del conducto en un 90%; el 10% restante de los bebés con esta alteración necesitarán de un cierre quirúrgico, ya que el conducto es demasiado grande para poder cerrarse.

¿Qué bebés pueden presentar este tipo de cardiopatía congénita? Suele ser más frecuente en:

• Recién nacidos de sexo femenino
• Prematuros
• Madres que cursaron con diabetes gestacional
• Infecciones maternas durante el embarazo (rubeola)
• Recién nacidos a término con bajo peso al nacer
• Alteraciones cromosómicas como trisomía 21, 18 y 13

¿Cómo podemos sospechar que el recién nacido presenta esta alteración?, una de las manifestaciones que presentan los bebés son: irritabilidad, sudoración al alimentarse, cansancio constante, falta de aire y poco crecimiento; mientras que a la exploración muestran pulsos rápidos y “saltones”, en ocasiones si la comunicación es muy grande, los recién nacidos muestran una coloración azulada en dedos de manos y pies.

Es importante tomar en cuenta los factores de riesgo antes mencionados, con el fin de encontrar intencionadamente esta cardiopatía congénita; para así ser atendida de manera oportuna y no llegué a generar alteraciones en la vida adulta.