Ya no solo se imprime en hojas de papel

Imprimiendo nota importante…

Apuesto que en algún momento de nuestras vidas nos hemos preguntado: ¿Y si pudiéramos tener otro de esto o de aquello…? Imagínalo, podrías hacer las cosas más rápido o te preocuparías menos si llegara a fallar una de ella… razonamientos como este con algo de imaginación y ciencia pueden dar resultados sorprendentes.

Esto actualmente lo podemos realizar hasta cierto punto con la impresión 3D, en donde uno puede diseñar y configurar en dimensiones, porosidad, dureza, material, etc. Según el objetivo, función y pieza deseada. Suena loco, ¿no?

Pues ya es una realidad que se maneja hoy en día, con el propósito del ahorro de tiempo y de costos, como en la impresión de fuselajes de naves espaciales o partes de aviones, presas hidráulicas, arte en esculturas o materiales, o hasta en medicina.

Toma nota… ¿Qué te parecería, si al médico que tendrá una intervención en una operación peligrosa de corazón, le dijeran que puede practicar sin comprometerse o poner en riesgo la vida de alguien? A mi parecer suena maravilloso ya que existen modelos para practicar antes de una cirugía para prever posibles riesgos o dificultades en la operación, haciendo un modelo de lo que se operará y practicar con el modelo tamaño real y llegar aún más preparado a la cirugía o en procedimientos reales y académicos.

Todo esto con el objetivo de tener medicina más personalizada, por ende, se están haciendo muchos proyectos en diversas áreas como en Medicina regenerativa con la bioimpresión de tejidos vivos como piel por medio de células extraídas del paciente, o bien, células madre que se conviertan en esas células para ayudar en problemas como quemaduras o piel dañada, incluso se han desarrollado impresiones de ojos biónicos de materiales avanzados.

También podemos ver esta tecnología en el Cáncer obteniendo biopsias de tejido tumoral para crear modelos en vivo de este, y probar diferentes medicamentos o nuevas terapias para tratarlo o en la impresión de biosensores que a futuro podrían ser parte de la vida cotidiana, por ejemplo, aquellos que monitorean oxígeno en sangre, tan importante en temas del “amor en tiempos de Covid” o sensores que ayudan en la detección de desencadenantes de asma o medir niveles de glucosa en un diabético, etc. Pudiendo enviar la información recabada a tu laptop por bluetooth, para darlos al médico de cabecera o incluso aprender a monitorearse uno mismo para llevar una vida más sana.

Todo esto es un ejemplo claro de que cada año que pasa, la ficción se vuelve parte de nuestra vida cotidiana, apoyando a la medicina tradicional y a la telemedicina a innovar dentro del diagnóstico y brindar nuevas opciones terapéuticas para que en un futuro mejoremos la calidad de vida de cada una de las personas.