¿Sabías que existen diferentes formas de Hidratar a la Piel?

El término “Hidratar” significa proporcionar a algo el grado de humedad normal o necesaria. De manera que, la hidratación de la piel no es más que el grado de humedad normal que requiere la piel para estar sana. La hidratación de la piel ayuda a mantener la elasticidad de ésta, de modo que, cuando la piel está hidratada es resistente, flexible, luminosa, suave, lisa y de aspecto agradable. Por lo contrario, una piel deshidratada es aquella que contiene en su última capa de la epidermis (estrato córneo) menor al 10% en peso de agua, haciendo que la piel se vuelva frágil, áspera, seca y menos brillante.

En condiciones normales en la parte más superficial de la piel existe una capa formada por agua y lípidos (elementos grasos) llamado manto ácido, que tiene la capacidad de frenar el proceso de evaporación del agua, impidiendo la deshidratación. Si se altera esta barrera natural, se pierde dicha función. Y una piel deshidratada se define como una piel a la que le falta agua, siendo un estado de la piel pasajero y reversible, que puede afectar a todo tipo de pieles y que se da por alteración de la barrera de la piel cuando se presenta evaporación excesiva del agua contenida en la capa más externa de la piel (epidermis), de modo que la aplicación de grasas (lípidos) llamados emolientes sobre esta, puede ayudar a reducir la pérdida de agua que se genera a través de las capas de la piel y a mantener el nivel de hidratación.

Para restablecer el contenido de agua en la piel, los cosméticos hidratantes actuarán por dos vías:

• Aumentando la hidratación del estrato córneo (capa más externa de la epidermis) mediante la aplicación de sustancias humectantes e hidratantes.
• Evitando la pérdida de agua mediante la aplicación de sustancias oclusivas que evitan la salida de agua o lubricantes (que lleven elementos grasos a la piel).

Por lo tanto, existen dos formas de llevar la hidratación a la piel, con el objetivo de incrementar o mantener el nivel de agua en la capa más externa y después, corregir los niveles de grasas naturales. Para ello, los cosméticos hidratantes emplean dos estrategias:

1. Hidratación pasiva que busca impedir la pérdida de agua en la capa córnea que se logra gracias a la aplicación de sustancias como la parafina, las ceras, los aceites, o la lanolina. Básicamente son sustancias que forman una película sobre la superficie de la piel, reteniendo la humedad de esta.

2. Hidratación activa a través de la cual se busca aportar agua, bien del ambiente exterior o bien desde las capas más profundas de la piel (dermis) a la capa más externa. Glicerina, urea, pantenol, siliconas, ceras, aceites, vitaminas liposolubles, colágeno, elastina, algas, caviar, o estimuladores de la síntesis de filagrina, que es una grasa natural. Y lo más novedoso en cosmética: algunos laboratorios farmacéuticos ya contienen fórmulas que prometen estimularla. En este caso, son sustancias que tienen la capacidad de retener agua y mantenerla en la piel.

¿Cuándo aplicar un producto hidratante?

Lo mejor es emplear productos que incluyan sustancias que realicen o una hidratación activa o la hidratación pasiva. El momento ideal para la aplicación de un hidratante es después de la ducha o baño, para aprovechar el aporte exterior de agua obtenido.