Rinoplastia funcional y estética, una alternativa doble

Dentro de los 5 procedimientos quirúrgicos a los que más personas se someten de manera estética es la Rinoplastia, dicho procedimiento tiene dos objetivos, tanto el abordaje estético y como el abordaje funcional, ambas con múltiples beneficios para las personas.

Dentro de ese orden de ideas la rinoplastia se puede realizar bajo dos motivos básicos. Uno es para devolver la pérdida de estructura y función y otro para mejorar el aspecto estético. Hablando específicamente de la parte funcional, hablamos de una nariz que ya sea por una etiología congénita, traumática u oncológica, y en la que no existe una ventilación adecuada ya sea de manera parcial o total. Por otro lado, en las personas cuya motivación es mejorar el aspecto estético casi siempre existe un tejido teóricamente sano e íntegro, aunque de alguna manera tiene un aspecto físico que no es del total agrado de la persona, por eso decide realizar esta intervención.

Por lo antes mencionado se ha llegado a pensar que la rinoplastia es una operación simple, pero esto no es así, la rinoplastia es una cirugía donde diversos factores hacen que su intervención sea complicada. Primero, la nariz es una forma tridimensional complicada que se encuentra en el medio del rostro. Generalmente, los cambios que se realizan durante una rinoplastia son muy pequeños, pero estos cambios pueden afectar el aspecto de la nariz y su funcionamiento en forma significativa. Como los cambios son pequeños, también lo es el margen de error. La hinchazón y la colocación de anestesia local en la piel distorsionan la nariz durante la cirugía y ocultan muchos de los pequeños cambios realizados. La rinoplastia tampoco tiene una planificación estándar o un orden de pasos establecido, por lo tanto, los médicos personalizan cada operación según las necesidades del paciente.

Es bien sabido por todos que todo proceso quirúrgico incluye riesgos, entre los cuales podemos encontrar las reacciones a los medicamentos, sangrado, infección o hematomas. Después de la cirugía, los pequeños vasos sanguíneos rotos pueden aparecer como puntos rojos diminutos sobre la superficie de la piel. Esto generalmente son menores pero permanentes. No quedan cicatrices visibles si la rinoplastia se realiza desde el interior de la nariz. Si el procedimiento se realiza para reducir las fosas nasales anchas, pueden quedar unas pequeñas cicatrices en la base de la nariz que por lo general no son visibles.

Después de la cirugía, se recomienda permanecer en cama con la cabeza elevada por encima del nivel del pecho para reducir el sangrado y la hinchazón, igual se suele presentar congestión nasal debido a la hinchazón o por las férulas colocadas dentro de la nariz. En la mayoría de los casos, los vendajes internos permanecen en su lugar de uno a siete días después de la cirugía y debe ser retirado por el medico que realizo el procedimiento quirúrgico, puede presentarse un ligero sangrado y el drenaje de mucosidad durante diversos días suele ser muy común.

Es muy importante recalcar que la nariz cambia durante la vida, ya sea si te sometiste a una cirugía o no. Por eso, es difícil decir cuando has obtenido el “RESULTADO FINAL”.