Los humanos, ¿nos oxidamos?

Tal vez con este título pensarías que solo el metal se oxida al momento de ponerse en contacto con la humedad y el oxígeno, cambiando de color y de textura, sin embargo, permíteme cambiarte esta perspectiva ya que en efecto los seres vivos también nos podemos “oxidar” debido a que dentro de nuestro cuerpo existen un mundo de moléculas químicas entre ellas los famosísimos “radicales libres”, que son átomos que tienen la característica de ser sumamente reactivos en nuestro cuerpo, ¿qué quiere decir esto? Que tienen la habilidad de transformar a distintas moléculas químicas en otros radicales libres como si los contagiara.

Haremos una pausa aquí, porque hay que aclarar que los radicales libre no del todo son “malos o dañinos” en nuestro cuerpo, ya que muchos tienen diversas funciones en el metabolismo o en las infecciones bacterianas o virales, llegando a ser los primeros soldados que se usan para combatir a ese microorganismo o agente extraño que acaba de ingresar a nuestro cuerpo, ¿Entonces, si son malos o no?

Como bien sabes muchas cosas en la vida deben de estar en equilibrio y varios procesos en nuestro cuerpo no son la excepción, entre ellos la cantidad de radicales libres que están en el organismo, misma que debe ser controlada por la cantidad de otros compuestos químicos que van a interactuar con los radicales libres de manera muy cercana al neutralizarlos impidiendo que sobrepase la cantidad necesaria y que generen algún daño, es aquí donde los antioxidantes naturales de nuestro cuerpo hacen su entrada triunfal.

Este equilibrio entre radicales libres y antioxidantes es el bien llamado estado redox, mismo que idealmente deberíamos mantenerlo la mayoría del tiempo, sin embargo, muchos factores como la contaminación, el tabaco, toxinas en el ambiente, las propias enfermedades, situaciones de estrés o el consumo de alimentos procesados entre otros, generan una cantidad anormalmente alta de radicales libres rompiendo este equilibrio y generando en nuestro cuerpo un estrés oxidativo, haciendo que las células sencillamente se oxiden, se dañen y mueran, estando relacionados con muchos padecimientos como la diabetes, enfermedades del corazón y hasta el cáncer.

Es por esta razón que requerimos apoyar a la producción de antioxidantes en el cuerpo con nuestra dieta, evitando consumir alimentos con conservadores o alimentos chatarra para poder nivelar esta oxidación existente en nuestro sistema y evitar el envejecimiento celular. Así que en la siguiente ocasión en donde tu médico te mencione que es importante aumentar tu consumo de frutas y verduras ya que poseen antioxidantes para que tu piel no genere arrugas, ahora ya sabes que en esta recomendación lo menos que nos debe de preocupar es la estética de nuestra piel ya que si dejamos que esos traviesos radicales libres aumenten su cantidad, encontraremos consecuencias más allá de una cara con arrugas y vernos 10 años más viejos.