“La falsa ilusión de las drogas”

¿Sabias que…? Entre 2010 y 2020, el porcentaje de delitos relacionados con drogas aumentó de un 12.3 % a un 19.6%, en donde se destaca que, en el 2020, de los delitos relacionados con drogas cometidos por la población, el 38.9 % fue por delitos contra la salud… Es debido a esto por lo que el tema de las drogas no pasará de moda en la sociedad ¿pero… sabes por qué existe una adicción a estas sustancias tan nocivas para nuestra salud?

No debemos olvidar que el objetivo final por el cual las personas consumen este tipo de sustancias es “para sentirse bien” y es aquí donde el sistema de recompensa hace su trabajo. El sistema de recompensa es una zona cerebral primitiva encargada de causarnos una sensación de bienestar o placer y por consecuencia hace que queramos repetir dicha conducta; cada vez que el circuito de recompensa se activa a causa de una experiencia placentera, se genera una oleada o incremento de una sustancia química esencial en este proceso llamado dopamina, la cual envía una señal de que está sucediendo algo importante y es necesario recordarlo, provocando cambios en la comunicación neuronal haciendo que resulte más fácil repetir la actividad una y otra vez sin pensar en ello; un ejemplo muy claro es comer algo que te guste mucho, dormir, mantener relaciones sexuales, hacer un deporte, etc.

Estas conductas por sí solas producen euforia en el sistema de recompensa haciendo que queramos volver a repetirlas en un futuro, lo que lleva a la formación de hábitos a través de un aprendizaje, y que, con el paso del tiempo, se requieren aumentar “las dosis” para volver a sentir los efectos placenteros del principio, con el fin de sentir un mayor bienestar y apaciguar una emoción.

Tristemente cuando una persona hace uso indebido de las drogas (sea cual sea) produce menos dopamina en el circuito de recompensa cada vez que se repite la acción, por ello necesita continuar consumiendo drogas para sentir apenas un nivel normal de recompensa, empeorando el problema y creando un círculo vicioso que le incitará a consumir mayor cantidad de droga para lograr el placer, euforia y bienestar que sintió en un inicio, a este efecto se le conoce como tolerancia. Por eso, una persona adicta a las drogas acaba por sentirse desanimada o deprimida y sin motivación al no disfrutar de cosas que antes le causaban placer.

Por último, no olvidemos que la decisión inicial de consumir drogas en la mayoría de las ocasiones es voluntaria, ya sea por curiosidad o presión social; sin embargo, con su consumo continuo la capacidad de una persona para autocontrolarse o dejarlo se puede deteriorar gravemente y eso por todos los mecanismos fisiológicos en el sistema nervioso que se ven alterados. Por eso existen programas a escala mundial de prevención al consumo de drogas, valorando los factores de riesgo biopsicosociales que una persona pueda tener para caer en este tipo de conductas, incluso ya en casos de adicción con ayuda especializada y una terapia multidisciplinaria se puede tratar con éxito la adicción.