¿Es malo cuando me quito una costra?

¿Alguna vez te has preguntado para qué sirven las costras que se generan a partir de una herida? Pues aquí veremos su origen y contestaremos la clásica incógnita que todos seamos chicos o grandes tenemos desde que éramos niños…. ¿Qué pasa si me quito o me arranco una costra? Probablemente este hecho es común en la mayoría de la población, pero empecemos por lo primero…. ¿Qué es una costra?

Las costras forman parte del proceso natural de cicatrización del cuerpo en respuesta a una lesión en la piel, mismo proceso que involucra varias etapas:

• Hemostasia: ocurre cuando los vasos sanguíneos se contraen para reducir el flujo sanguíneo y prevenir la pérdida excesiva de sangre, generando un coágulo sanguíneo para detener el sangrado.
• Inflamación: los glóbulos blancos y otras células del sistema de defensa se movilizan hacia la lesión para combatir cualquier infección y limpiar los tejidos dañados.
• Proliferación celular: aquí las células de la piel comienzan a multiplicarse para reparar el tejido dañado.
• Formación de costra: se forma una capa protectora (costra) sobre la herida compuesta principalmente por células sanguíneas, plasma y proteínas que ayudan a mantener la herida limpia y protegida mientras se produce la regeneración del tejido.
• Cicatrización: una vez que la herida está protegida por la costra, el cuerpo continúa reparando el tejido dañado y formando nuevo tejido de piel. Con el tiempo, la costra se seca y se cae naturalmente, revelando la nueva piel debajo.

Contemplando esto, retomando la información que nos compete, las costras son un cúmulo de células de la piel y glóbulos blancos cuyo objetivo es proteger la herida mientras se regenera el tejido dañado y ayuda en el proceso de curación.

Aunque sabemos que en algunas ocasiones las costras pueden incomodar o molestar, es importante dejar que se caigan naturalmente, si se retiran las costras antes de que la piel haya sanado completamente, se puede aumentar el riesgo de infección, se interrumpe y retrasa la cicatrización, dejando así, una cicatriz permanente más visibles o hipertróficas.

En resumen y contestando nuestro título, es importante dejar que las costras se caigan naturalmente, resistir la tentación y no tratar de quitarlas de manera manual o prematura para permitir que el proceso de curación siga su curso natural, así la herida sanará correctamente y se minimizará el riesgo de complicaciones. Por lo tanto, si hay preocupaciones sobre la herida o si las costras te molestan mucho, es mejor consultar al personal médico adecuado para recibir orientación, mismos que intentarán aliviar la picazón o la incomodidad con compresas frías o cremas hidratantes recomendadas por un profesional de la salud.