La “próstata” femenina: las glándulas de Skene

Sabemos que el término de "próstata femenina" puede llegar a generar cierta confusión, esto debido a que anatómicamente, las mujeres no tienen una estructura prostática como la de los hombres. Sin embargo, existen glándulas en el cuerpo femenino que ha sido considerada el equivalente funcional de la próstata masculina al desarrollarse dentro del mismo tejido embrionario mientras nos estamos formando en el vientre materno: las glándulas de Skene.

Las glándulas de Skene, también conocidas como glándulas parauretrales, son estructuras generalmente pequeñas, y aunque pueden variar de tamaño, están ubicadas a ambos lados de la pared anterior de la vagina, alrededor de la uretra; teniendo como función el producir un fluido que puede ser expulsado durante el orgasmo en algunas mujeres, fenómeno comúnmente referido como eyaculación femenina.

Aunque no se trata de una "próstata" en sentido estricto, las glándulas de Skene han sido denominadas coloquialmente y por algunas referencias, como la “próstata femenina” debido a sus similitudes estructurales y funcionales con la próstata masculina.

Si bien se sabe que las glándulas de Skene pueden contribuir a la lubricación uretral y al placer sexual, no todas las mujeres experimentan lo mismo. En algunos casos, se han relacionado con el punto G, secretando un fluido claro no tan abundante (eyaculación femenina), que contiene antígeno prostático específico, fosfatasa ácida prostática, mismas enzimas que produce la próstata en los hombres, lo cual refuerza su similitud funcional.

Pero ojo, distintas literaturas y debates clínicos dan a conocer que la eyaculación femenina no es lo mismo que el popularmente llamado “squirt” ya que éste es la expulsión de líquido a través de la uretra durante o cerca del clímax sexual en algunas mujeres sin estar relacionado directamente con el orgasmo. Es diferente del fluido vaginal habitual y se puede presentar desde varios mililitros hasta más de 100 ml de líquido claro, que, dentro de análisis científicos, han mostrado que éste contiene diversos componentes de la orina como glucosa, urea o creatinina en concentraciones similares a las del fluido urinario, y aunque suele estar diluido, puede contener también algo de Antígeno prostático específico.

Este tipo de squirt podría deberse a una contracción de la vejiga inducida por estimulación sexual intensa originario del punto G, no necesariamente a la secreción exclusiva de las glándulas de Skene, por ello, al generarse desde la vejiga, no todas las mujeres lo experimentan.

Ahora que ya sabes esto, recuerda que cada mujer es única y su cuerpo también lo es. Las experiencias relacionadas con las glándulas de Skene, la eyaculación femenina o el squirt no son universales ni deben considerarse como un estándar ya que, la diversidad en las respuestas y estructuras del cuerpo femenino es completamente natural y saludable. Más que preocuparnos por las comparaciones o por lo que opinen los demás, debemos enfocar nuestra atención en el conocimiento, el respeto y el cuidado de nuestra propia salud, liberándonos de prejuicios, y promoviendo una relación más sana, informada y amorosa con nuestro cuerpo.