¿Por qué me gustan los dulces?

A nivel mundial, las principales organizaciones de salud, recomiendan la disminución de exceso de energía y sal, dulces y comidas con altos contenidos de azúcares, tanto a niños como adultos. A pesar de la recomendación, nuestro país siempre ha considerado a lo prohibido como lo mejor. Lo más interesante es que no resulta sencillo modificar las preferencias por el sabor, en ninguna etapa de la vida.

¿Qué son los sabores?

Los sabores son la percepción de las sustancias químicas de todos los alimentos. La sensación del gusto se produce cuando los alimentos tocan algún receptor de sabor, ubicados en la boca. Los seres humanos contamos con 2 sentidos que nos ayudan a entender la composición de los alimentos, uno es el olfato y el otro el gusto, íntimamente relacionados.

El sistema del gusto está integrado por receptores en la boca y lengua. Estos llevan la información al cerebro, a través de nervios y estructuras cerebrales. Tradicionalmente, hemos considerado 4 sabores principales: dulce, salado, ácido y amargo. Sin embargo, se ha incorporado un quinto sabor conocido como umami o savory (sabroso). Este último ha sido relacionado con el L-glutamato, presente en los caldos japoneses.

¿Cómo inicia la preferencia por los sabores?

Los seres humanos relacionamos los sabores dulces con un aporte de energía que nos ayuda a mantenernos con vida y realizar varias funciones. Por otro lado, el sabor amargo lo rechazamos como función protectora. Esto se debe a que muchas toxinas, potencialmente indeseables, producen sabores amargos intensos por su composición química.

Los resultados de algunas investigaciones han encontrado que los sabores inician desde el periodo de la gestación, es decir, desde que vivimos dentro del útero de nuestras madres. Como consecuencia, solemos preferir alimentos que conocemos desde nuestra madre. Esto se debe, a que la composición de los alimentos de las madres puede llegar a ser percibido por los fetos.

¿Cómo se pueden modificar las preferencias?

Las investigaciones nos han permitido conocer más explícitamente, que la preferencia a los sabores es aprendida. Por ejemplo, los seres humanos no nacemos con preferencia a sabores como el café, los vegetales de hojas verdes o la cerveza, sin embargo, podemos adaptarnos a estos sabores y después preferirlos sobre otros.

Entonces, la modificación de una preferencia se puede dar por 2 variables. Una de ellas es por conciencia, dónde optamos por alimentos que tengamos conocimiento que nos pueden ayudar en el organismo. La segunda, es a través, de una exposición temprana a los alimentos en el vientre de las madres, para así lograr un recuerdo del sabor que nos sea familiar.

¿Qué alimentos son recomendados consumir?

Los alimentos recomendados son aquellos que aportan una variedad de nutrimentos al cuerpo y no excesos. Por ejemplo: un vaso de leche puede aportar grasas, proteínas, azúcares, calcio, entre otros nutrientes. Por otro lado, las bebidas carbonatadas, contienen un excesivo nivel de azúcares y poco valor de otros nutrimentos.

Por lo tanto, el consumo de una dieta variada y evitar los alimentos procesados, puede permitirnos una mejor calidad nutricia, aumentando la preferencia por los sabores naturales en los alimentos.

¿Cuál es la importancia de modificar nuestras preferencias por los sabores dulces?

Actualmente, México es uno de los países con las tasas más altas de sobrepeso y obesidad en niños y adultos, a consecuencia de nuestra alimentación y entorno, ya que nos han condicionado a preferir alimentos que no son adecuados para nuestro organismo. Debemos evitar en la medida de nuestras posibilidades, adaptarnos a sabores de alimentos con bajo contenido nutrimental.

La visita a su médico o nutriólogo, le permitirá conocer mejor sus patrones alimenticios y optar por una alimentación saludable. Evitando una preferencia irracional por alimentos que no le aportan un beneficio considerable a su organismo.