Intolerancia a la lactosa

La leche, por su calidad nutricia y propiedades, representa un alimento muy importante para la mayoría de la población en las diferentes etapas de la vida, y actualmente se ha convertido en un alimento muy versátil, consumido en bebidas, productos lácteos o como ingrediente en diversos productos alimenticios.

El principal carbohidrato de la leche es la lactosa, la cual tiene que digerirse para ser utilizada por las células intestinales de los humanos.

La intolerancia a la lactosa se presenta por déficit de la enzima “lactasa” lo cual produce incapacidad por parte del intestino para digerir y transformar la lactosa en formas menos complejas para que el intestino la pueda asimilar.

¿Cómo se manifiesta la intolerancia a la lactosa?

Si una persona sufre de intolerancia a la lactosa y consume alimentos o bebidas que contienen lácteos puede tener síntomas digestivos como:

Inflamación abdominal
Dolor abdominal
Náusea
Gases
Diarrea

La experiencia e intensidad de los mismos depende de la cantidad de lactosa que se ingiera y de la sensibilidad individual que tenga la persona. Estos síntomas afectan la calidad de vida de las personas, por lo cual es indispensable acudir al médico para diagnosticar si existe intolerancia a la lactosa. El médico evaluará los síntomas, historia clínica y familiar, y hábitos alimenticios; también puede realizar un examen físico y pruebas médicas para ayudar a diagnosticar la intolerancia a la lactosa o para detectar otros problemas de salud.

En cuanto a su tratamiento, el médico lo determinará de manera individualizada ya que es posible que algunas personas necesiten solo limitar la lactosa, mientras que otras necesiten evitar la lactosa por completo; en algunos casos el uso de productos de lactasa puede ayudar a algunas personas a controlar los síntomas.

Se debe consultar al médico y nutriólogo para modificar la dieta, controlar los síntomas de intolerancia a la lactosa y asegurar que se están obteniendo suficientes nutrientes.