GELISH ¿más que estética, un riesgo?

Si bien la estética y cuidado personal se han revolucionado en las últimas décadas, no hay que dejar de lado los potenciales riesgos a la salud de algunos de estos actuares estéticos socialmente catalogados como benignos.

En el presente, hablamos respecto al proceso estético uso, aplicación y remoción de “Gelish” (Gel Polish) para embellecimiento de uñas.

¿Qué es?

Primeramente, el gel polish es elaborado con una base acrílica (acrilato) junto con una porción acuosa, generando una consistencia tipo gel al esmalte a usar, que, al untarlo y secarse sobre las uñas, brinda un efecto estético de media duración (promedio 20 días), aspecto brilloso, visualmente atractivo y, al tacto, sensación blanda, pero firme, logrando ser más noble con las uñas que algunos otros productos estéticos, como el acrílico puramente o algunos componentes químicos; e inclusive, logrando un factor de protección artificial para la uña al evitar su exposición al medio.

Dicho lo anterior, ¿en dónde radica el posible riesgo en el uso de gelish?, pues bien, comencemos…

Riesgos potenciales

Si bien ya comentamos un referente factor protector durante su uso, la técnica con una inadecuada colocación puede derivar en lesiones a la uña y/o piel, aumentando el riesgo de generar dolor, inflamación, sangrado e infecciones, por otra parte, durante su retiro, puede ocasionar también los mismos mecanismos de lesión y afecciones, sobre todo, en los casos en los que resulta difícil removerlo, ameritando el uso de herramientas especiales o químicos, como la acetona. Por supuesto siempre es recomendado permitir a la uña un “descanso” entre aplicaciones, para dar oportunidad a su ciclo de crecimiento, recambio y sanación fisiológicos, ya que, si las aplicaciones son altamente frecuentes y no espaciadas, podrían afectar dichos procesos.

El mayor riesgo potencial se presenta en un paso crucial del proceso estético, que es el uso de lámparas de rayos ultravioleta (UV) para el secado de gelish. Es bien sabido que los rayos UV pueden modificar directamente el DNA y proteínas celulares, comprometiendo el sano crecimiento / función de las células en las áreas expuestas, claro que esto dependerá del grado, frecuencia y tiempo de exposición.

El estudio “Daño en el DNA y mutaciones somáticas en células de mamíferos después de la radiación con un secador de gel polish para uñas”, publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estado Unidos, comenta los cambios al DNA celular que, tras la exposición frecuente y prolongada a la luz UV, puede sumar un potencial riesgo de generar entidades cancerígenas en la piel (dedos) y lecho ungueal (base de las uñas), sin embargo, sólo menciona el riesgo, más no que sea un hecho determinante.

Asimismo, se recomienda el uso de protector solar (FPS50+) mínimo 20 minutos antes de la exposición a la lámpara UV.

Es fundamental acudir con personal capacitado para la aplicación y manejo de gelish, que cuente con las medidas de sanidad y herramientas de trabajo óptimas para su correcto manejo, aplicación y remoción.

¿Cuándo buscar apoyo médico?

Ante presentar cualquier tipo de afección en la piel y/o uñas, por ejemplo, sangrado, inflamación, dolor, aumento de temperatura local, deformidad, cambio de color (amarillo, rojo, morado, negro), sensación de punzadas, presencia de pus o cualquier tipo de secreción, adelgazamiento notorio de la uña, aparición de “manchas nuevas” o crecimiento en diámetro de lunares ya existentes, es imperativo acudir a valoración médica.