El Dolor crónico
El Dolor es una experiencia física y emocional desagradable asociada a un daño real. Su función es alertarnos cuando en el entorno hay estímulos que atentan contra la integridad de nuestro cuerpo, lo que promueve conductas que nos alejen o nos hagan escapar de alguna amenaza. Las personas responden de diferente forma ante el dolor, ya que tiene un componente afectivo que busca evitar la sensación desagradable del dolor, y por ello, es difícil valorarlo o medirlo. Aunque el dolor es necesario para la supervivencia y la conservación de la integridad del cuerpo, algunas veces atenta en contra de la calidad de vida, en especial cuando se hace persistente, ya que en estos casos puede ocasionar ansiedad, depresión y otro tipo de problemas como pérdida de empleo, con lo cual el dolor crónico transciende la esfera individual.
Conforme a la duración, el dolor se clasifica en dolor agudo y en crónico, por su parte el dolor agudo puede ser algo que sucede como parte de una enfermedad, su duración suele ser limitada y la función es alertar a la persona que sufre el estímulo de daño para promover el reposo y favorecer la recuperación, mientras que, el dolor crónico es un problema que se origina después del daño original, se manifiesta de manera constante, espontánea y por una respuesta anormal ante ciertos estímulos que pueden ser desproporcionados en relación a la intensidad del estímulo. El dolor crónico en la mayoría de casos se extiende más allá de la recuperación aparente de la zona dañada, de tal forma, que el dolor crónico pierde el objetivo de servir de alerta y se convierte en una enfermedad.
El dolor crónico es aquel que dura hasta 6 meses y presenta las siguientes características:
- Tiene un inicio gradual
- Es difuso, penetrante y continuo
- No se puede medir su inicio y término
- Puede o no estar bien identificada la causa
- Su intensidad varía y puede aliviar durante periodos breves
- Se asocia con dificultades emocionales y sociales
- No altera funciones de control nervioso.
- La respuesta emocional y conductual puede ser depresión, fatiga, inactividad física y aislamiento social.
- El alivio del dolor ante analgésicos comunes a menudo no es efectivo.
- El dolor crónico impone al enfermo, a su familia y a la sociedad serios problemas físicos, económicos y psicológicos.
Las causas frecuentes del dolor crónico incluyen enfermedades de articulaciones y alteraciones musculares, dolor bajo de la espalda, dolor cervical y dolor de cabeza. Otras causas frecuentes de dolor tipo crónico son:
- Por traumatismos como: fracturas, cicatrices dolorosas, amputaciones, lesiones musculares y de tendones.
- Por lesiones nerviosas como: Compresión nerviosa a nivel de la columna, dolor dental, migrañas.
- Dolor por varices y el dolor originado por cáncer.
¿Qué podemos hacer para prevenir el Dolor crónico?
Cualquier persona puede padecer de dolor crónico y aunque comúnmente lo presentan los adultos mayores de 45 años, adultos de edad avanzada o personas con enfermedades como diabetes o artritis, es importante considerar que el dolor persistente no es un aspecto normal del envejecimiento y debe instaurarse un tratamiento, por lo tanto, el dolor crónico debe atenderse temprana y adecuadamente para prevenir cualquier consecuencia relacionada a las diversas enfermedades y así prevenir este tipo de dolor. El dolor crónico no puede prevenirse en todos los casos; sin embargo, el tratamiento precoz del dolor agudo puede disminuir las probabilidades de que se convierta en una enfermedad.
¿Cuándo se debe acudir al médico?
Ante cualquier tipo de dolor debe acudirse al Médico y ya que el dolor crónico es de difícil manejo se requiere de la participación de un equipo formado por diversas especialidades médicas para saber exactamente que lo está provocando, y para otorgar un tratamiento adecuado. En algunos casos, se puede requerir del conocimiento y experiencia de especialistas en el dolor -Algólogo-.