En la diabetes, no todo es “miel sobre hojuelas”

Antes de empezar es necesario que reflexionemos de acuerdo a nuestra experiencia: cuántas personas DIABÉTICAS de tu familia o amigos conoces… ¿varios no? Es más, puedo apostar que por lo menos pensaste en uno, y es que la diabetes es una pandemia silenciosa que afecta a 415 millones de personas en el mundo debido a que se considera una enfermedad multifactorial caracterizada por la pérdida de la regulación de la glucosa en sangre, por ende, solo puede ser controlada, es decir, no tiene cura, y lo más importante, es que al ser un padecimiento complejo, requiere atención médica continua con estrategias de reducción de riesgos muy aparte del control de la glucosa.

Ahora bien, de esas personas que conoces con Diabetes cuántos de ellos están bien controlados con su medicamento, dieta, ejercicio y consultas de control con el médico… ¿La cifra baja verdad? No te sientas mal, esto lamentablemente es muy común en nuestra sociedad mexicana, ya que además de que no se le da una gran importancia a esta enfermedad, el tiempo no nos ayuda, ya que con el paso de los años el paciente puede llegar a sufrir de complicaciones afectándoles comúnmente en la vista, el sistema nervioso, el riñón o en la piel, principalmente de las extremidades inferiores.

Esto da lugar a que hablemos de la importancia de los pies de una persona diabética, ya que está expuesto a cualquier traumatismo, tanto en el talón como las prominencias óseas que resultan especialmente vulnerables y mientras más avanza la enfermedad sin un control adecuado, puede generar trastornos en los vasos sanguíneos y daños en los nervios de las extremidades, que alteren la sensibilidad, por ende es frecuente que las lesiones o úlceras en las extremidades inferiores como los pies, transcurran sin dolor, y esto, adicional a la falta de atención o control médico suele agravar la lesión antes que el paciente solicite ayuda especializada, generando infecciones que pueden concluir en amputaciones o incluso en casos muy graves, en la muerte de la persona.

Es por esto que resulta fundamental que, en este tipo de pacientes, sean revisados cada cierto periodo de tiempo con un profesional de la salud para brindarles una terapia segura y eficaz para el control y tratamiento de las infecciones generadas por las lesiones en los miembros inferiores y así mejorar la calidad de vida de estas personas.